
Foto:Tomadas de Google. Alcaldesa de Ibagué y gerente del IBAL. impactotolima.com
Ibagué. – La comunidad del barrio Las Ferias alzó su voz de protesta ante el estado crítico de las vías, especialmente en el tramo ubicado entre el semáforo y la fabrica de Licores del Tolima, donde un enorme hueco amenaza con convertirse en una trampa mortal para peatones y conductores.
Por:Editor y Jefe. impactotolima.com
Los habitantes denuncian que la vía se está hundiendo progresivamente debedo a la falta de mantenimiento y un posible colapso del sistema de alcantarillado, sin que hasta el momento haya intervención alguna por parte de la Alcaldía de Ibagué ni del IBAL, entidad responsable del sistema de acueducto y alcantarillado.
Video enviado por la comunidad del Barrio Las Ferias.
“Esto se está cayendo a pedazos. Llevamos meses reportando el problema y nadie viene. Ni la Alcaldía ni el IBAL se pronuncian. ¿Qué están esperando, que pase una tragedia?”, expresó un residente visiblemente indignado.
La preocupación crece entre los vecinos, quienes aseguran que el hueco ha ido aumentando de tamaño, generando un peligro constante para quienes transitan por la zona, ya sea en vehículos o a pie.
“Pensamos que todo iba a cambiar cuando fue elegida Johana Aranda por ser mujer, porque creímos que tendría una visión más humana de la ciudad. Pero lo cierto es que no se ha visto nada. El abandono es total”, añadió otro habitante.
La comunidad exige acciones inmediatas para evitar que ocurra un accidente grave. Advierten que, de no ser atendida la emergencia, podrían tomar medidas de hecho para llamar la atención de las autoridades.
“Estamos cansados de promesas. Lo que pedimos es simple: que vengan, evalúen el daño y lo reparen antes de que haya un accidente. Esto no es una queja por capricho, es una alerta por seguridad”, concluyó uno de los líderes.
Esta denuncia pública busca que las autoridades dejen de ignorar la realidad de los barrios populares, donde los problemas estructurales son evidentes y la falta de respuesta institucional sigue generando descontento y desconfianza.
“La única vez que se ve a los políticos por acá es cuando hay elecciones”, sentenció un habitante, dejando claro que la comunidad no solo está cansada, sino tambien decidida a no guardar más silencio.