Foto:Ingrid Katherine Rengifo Hernández Secretaria de Salud del Tolima. impactotolima.com
Por: Editor y Jefe. imapctotolima.com
Ibagué.Mientras el Tolima se prepara para celebrar sus tradicionales ferias y fiestas, las autoridades de salud hacen un llamado urgente a la conciencia colectiva frente a una amenaza que tiene nombre y color: la fiebre amarilla.
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Aunque la región se llena de música, color y alegría, también enfrenta una emergencia sanitaria. Desde septiembre, se han aplicado más de 428.000 dosis de la vacuna contra la fiebre amarilla, una muestra del esfuerzo institucional por contener la propagación del virus, que ya ha cobrado la vida de 26 personas en el departamento.
El Ministerio de Salud y Protección Social ha emitido un lineamiento especial para este tipo de eventos masivos, enfocado en la prevención de arbovirosis como el dengue, chikunguña y la fiebre amarilla. Entre las principales disposiciones está la vacunación obligatoria del personal logístico que participará en estas celebraciones.
“Todos los operadores logísticos deben dar ejemplo. Deben estar vacunados, además de garantizar el manejo adecuado de vectores y residuos, tareas que deben ser vigiladas por las alcaldías y secretarías municipales”, señalaron desde el área de salud pública.
A las entradas de cada municipio donde se realicen fiestas, se instalarán vallas informativas que advertirán sobre la circulación del virus y se implementarán puestos de control sanitario. En estos puntos, con el acompañamiento de la fuerza pública, se solicitará el carné de vacunación como medida pedagógica para promover la inmunización.
Asimismo, se instalarán puestos de vacunación en los eventos para garantizar el acceso rápido a la protección y se activará el Centro Regulador de Urgencias para asegurar traslados oportunos, eliminando barreras de acceso impuestas por las EPS.
Los síntomas de la fiebre amarilla incluyen malestar general, fiebre, vómito, dolor abdominal, y en fases avanzadas, ictericia (coloración amarilla de la piel y ojos). Las autoridades insisten en que la mejor y única fórmula para frenar la enfermedad es la vacunación consciente, no obligatoria, pero sí urgente.
“Esto no es un capricho ni una obligación impuesta, es una cuestión de conciencia. Nuestra casa está de fiesta, pero debemos protegerla”, concluyo Ingrid Katherine Rengifo Hernández Secretaria de Salud del Tolima
